31/10/07

Payasos de ciudad

Payaso de ciudad.


''A todos los payasos que me acompañarón y a los que no conocí''.


Comienza el espectáculo, todo está preparado, sólo queda encender los focos y que la música empiece a sonar.

El trabajo más dificil del circo es sin duda el de los trapecistas, no es fácil pender siempre de un hilo, y menos todavía caminar sobre el.

El menos reconocido sería el de los payasos. No importa por qué sonrien o si no quieren soneir. Deben pintarse la cara quieran o no, yo creo que no saben hacerlo de otro modo. Responsables de llevar a los demás una sonrisa, mal pagados, poco reconocidos, siempre con la carga de llevar felicidad con o sin maquillaje.

Me asustaban de pequeña y ahora en la juventud, me inspiran lástima y temor a partes iguales.

Siempre me preguntaba ¿por qué esa nariz tan roja?, bebiendo olvidan sus penas, ¿por qué esos zapatos tan grandes?, para justificar su torpeza, ¿por qué esas barrigas postizas bajo esos trajes gigantes? para llenar el vacío, para guardar las penas que callan y las lágrimas que oculta el maquillaje...

El papel de los payasos me hace sentir triste, al verlos no puedo evitar imaginar, que con seguridad, guardan bajo traje o fachada tormentos sin fin. Me dan miedo por que temo verles explotar dentro de su enorme cintura cuando no les quepan más ''secretos'' dentro...

Me ciega ver su atuendo tan colorido, queriendo llamar la atención, silenciosos y gesticulantes, pensando que nadie les hace caso que sus trucos están muy vistos, que la flor de agua y el pastel en la cara a nadie interesan ya...

Sin embargo el mejor disfraz que puede llevar un payaso es el de su día habitual, sin pinturas ni zapatones... Estos son los payasos que yo mejor distingo, conozco a la perfección su show y a pesar de la tristeza y el miedo que me inspiran me cautiva su opacidad y disfruto con esa realidad absurda que se empeñan en representar. Cada día el mismo escenario, poco varían los espectadores y entre ellos yo, que me levanto para aplaudir su entereza.

Al fin y al cabo también yo me disfrazo todas las mañanas, tambien yo tengo la cara blanca,vidriosos los ojos, rojos los labios y la nariz. También yo fuí trapecista y ahora me toca ser payaso...

Que mis zapatos disimulen mi torpeza mi barriga sea coraza de mis sentimientos y mi maquillaje imagen de lo que quiero ver en mi.
Marian.C

1 comentario:

  1. una niña de 4 años se estaba quedando dormida, yo le hacía payasadas, me miro y me dijo: tienes los ojos pequeños... no ves nada... no ves nada.

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