El sol sale para todos
Tumbada en aquel asiento ayer, mañana y siempre
Sobre el tapíz agujereado, de tela grisacea y polvorienta,
siento en esta oscura estancia que el sol sale para todos
Aunque me pierda
Aunque quiera seguir solitario
Pasar por una vida como quien pasa por un jardín soleado...
Y dejarlo marchito
seco
sin luz
sin vida
Arañando el alma, como se araña la tierra,
con un rastrillo viejo
y oxidado
Arrasándolo todo
Dejando salir a insectos
Liberando el polvo
Secando la tierra
Dejando cicatrices
Abriendo grietas...
Como alguien que solo va y regresa
y vuelve a irse y a regresar...
Pero el sol sale para todos
como quien sale a ver la lluvia
como quien quiere oler el suelo mojado
como quien deslumbra con su presencia tan solo unos minutos,
unos segundos
y se marcha dejando una ausencia oscura
Pero aunque la tierra se torne árida
y la vida se consuma
y se consuma el aliento
las voces
los te quieros
los anhelos
los tactos dependientes...
Y se consuman las miradas
y la libertad
O se consuma el talento...
Ay amor!
el sol sale para todos
Aunque haya nubes de desdén
Haciendo al cielo dejar de ser cielo
Densas y angustiosas
Amor, amor...
El sol sale para todos.
Y que pena que hasta el sol se ha de poner todos los días
Que hasta el sol se agota
Que hasta el sol se apaga
Que hasta el sol se muere...
Pero...
Ay!, amor...
El sol sale para todos.
Un agujero más en el asiento
Algo más de polvo
y mañana....
B.M
Es el primero de la larga lista de poemas que me transmite cierto optimismo.
ResponderEliminarMe alegra que lo veas. Tu poesia es muy visual aunque ya no tan críptica como antes me sigue encantando. Felicidades es un gran trabajo.