30/7/13

O sea, Por favor





O sea, Por favor.


Qué bonitas las Islas  Cies y bla, bla, bla-

El primer día de las infructuosas vacaciones fué, a la larga, el más divertido. Ya que no hay cosa que me divierta más que encontrarme con algún papanatas recalcitrantre con gomina hasta el hipotálamo y con el culo apretado como sujetando una nuez con el mencionado.
Si a esto le sumas que este sea el metre del restaurante donde te alojas la cosa va mejorando considerablemente.

El primer día  de aterrizar en idílico lugar donde estábamos  hospedados y después de centenares de kilómetros decidimos aparcar el maldito coche y no moverlo hasta la mañana siguiente para hacer algo de turismo en la zona.

El hotel era tan bonito como recóndito era el lugar donde se encontraba ubicado, por ese motivo y ante la ausencia de civilización alrededor, decidimos cenar el restaurante del hotel.
Al llega,  una señorita disfraza de pinguina y con  una especie de moño tan extraño como desaliñado nos examina de arriba abajo, ( especialmente a una servidora) y nos dice . ``Vais a picar algo, no?´´. Tras otro repaso, esta vez con levantamiento de arco labial superior de derecha predominante y apertura de los orificios nasales,  continua con un : `` Supongo que no tomareis nada de la carta´´.
Antes de que me diera tiempo a reaccionar siquiera y con la desorientación típica del cansancio del viaje, nos dirigian ya a la zona que ellos llamaban ( de mesas sin mantel). Automáticamente me retrotraje a la cubierta C del Titanic con un traje pomposo de clase obrera, las greñas asomando por el gorrito de puntilla, y el delantal manchado de wisky barato, apoyada sobre un barril roto, borracha y con media teta fuera.

Que coño! mi atuendo y,  en parte, mi juventud relativa habían dado a aquella camarera las señales suficientes tras los repasones de que nosotros no tendríamos un pavo, y que por algún motivo prefeririamos pagar 8 pavazos por un sandwich mixto  antes de pasar al comedor con vistas al mar y gastarnos más dinero.

No sé que me trastorno más, si el precio del sandwich o que me estaban relegando directamente y sin anestesia a un salón oscuro donde los huéspedes salientes suelen  tomarse el anisete antes de tirarse por el acantilado o juegan al ajedrez  esperando a que les traigan un albornoz.
Realmente, y despues de no sé cuantos kilometros de viaje aquello me alteró.

Antes de que nos dispusieramos a tomar asiento en el lugubre bar le dije a la camarera: ``Disculpa ,quiero cenar ahi fuera, viendo el mar, hay algún problema?´´, a lo que ella con rictus de extrañeza y levantando una ceja contestó: `` No ninguno,pero te llevo la carta de la cafeteria?´´ ( es decir,  la del sandwich de 8 pavos y tortilla precocinada)''o la carta del restaurante? '' (es decir, la  pijada típica donde te describen un bocata de atún como : Bonito del cantabrico sobre cama de trigo).

Cada vez más cabreada lo único que pude contestar fué: No he visto ninguna de las dos, como voy a saber qué comer si no me las traes. ( grgrgrgrgr)

Pasada la tensión inicial y cuando ya empezabamos a reirnos de la situación la cosa comenzaba a mejorar.  El metre del restaurante ( que en este caso es el señor que se limita a tomar la comanda) aparecía con un horror espantoso de traje entallado de color gris  casi tornasolado pero sin brillos. Si en vez de el pelo a lo Mario Conde con asomamiento de carton lo hubiera  llevado con una cresta y zapatos punteagudos hubiera visto a la viva imagen de pitingo en gallego. Si en el hilo musical donde sonaban canciones de ayer hoy y siempre hubiera sonado ( Lucha por su dinero, Lucha por su dinero..) hubiera salido corriendo despavorida con dirección al mar.

Por si la curiosidad os matara, os diré lo que  finalmente pedimos:

- Delicias de mar en su tinta templada.
- Caprichitos  ibericos sobre  con guarnición salvaje
- Parrillada de Verduras con ligero toque de mozarella de bufula en torre.

Es decir:

- Chipirones en su tinta
- Carillera de cerdo iberica con patatas
- Verduras plancha con mozarella gratinada entre medias.

He de reconocer que la ingenieria mecánica aplicada a mi parillada era más que evidente , ni yo misma sabía como era posible que se sostuviera la torre  de calabacín pimiento y berenjena, lo cierto,  es que en fusión con la mozarella de bufala era un adoquin perfecto.
Para hacer honor a la verdad los dos disfrutamos mucho con la cena en la  agradable terraza. La comida era muy buena, la cantidad ( la justa) y el vino blanco ( albariño) que pedí de los mejores que bebí en el viaje.

Pero eso si, los destellos del traje del metre que apretaba cada vez más el culo y el interés de la camarera por  salvaguardar nuestra cuenta corriente me pusieron muy nerviosa.
Lo cierto es que los huespedes por allí tendian a ofrecer una mirada altiva. Pero..
Curritos del mundo , que como yo, teneis una vida digna y no necesitais grandes lujos para subsistir ni quereis que se os doblen  por las nalgas cuando paseis... Si trabajais en un hotel o en restaurante de estas características no os dejeis llevar por el atrevimiento de unos vaqueros rotos oscuros y pensad, que algunos clientes pueden tener dinero aunque no lo parezca, y aunque no lo tengan no es asunto vuestro!!!

Por cierto, la cena costó  sobre los 50 euros ( cafes e IVA incluidos) , aún no me han llamado del banco diciéndome que me quitan el coche, lo cual es buena señal.

El metre del culo apretado perdió visión en un ojo cuando pedimos 3 platos en lugar de un trozo de pan y una coca cola a compartir y la camarera vestida de pinguina que probablemente tiene la nevera vacía se comió un pequeño marrón por ponerle a un guiri un plato de pollo cuando habia pedido cerdo!!! (Yo solo oía a lo lejos, is not pork!! is not pork!!!)

PD: en la mesa de al lado habia una señora con aspecto de tener 120 gatos en casa que pidió una ensalada y una estrella de galicia y no paso nada... Debe ser que a ella la quieren como es!.

Sea como sea, recordad que: NO HAY QUE JUZGAR A LA GENTE POR SU ASPECTO!!, O sea. porfavor, sólo por su tarjeta de crédito.

Un caluroso e incordial saludo vuestra redicha amiga:
Bmoon





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